Conoce las propiedades del argán, el aceite ancestral de las mil virtudes
Este producto marroquí viene siendo explotado por la industria cosmética, pero además ayuda prevenir enfermedades cardiovasculares, entre otros males
El proceso para extraer el aceite de argán es bastante complicado y es realizado mayormente por mujeres bereberes agrupadas en cooperativas. (Flickr/ dianjo)
Rabat (EFE). El aceite de argán es una especie de tesoro por sus virtudes no solo cosméticas, sino también nutricionales. Extraído de la semilla del fruto del árbol de argán, es un componente fundamental en los hábitos gastronómicos del sureste de Marruecos.
Las ramas de este árbol pueden alcanzar los cuatro metros de altura, pero crece sobre todo horizontalmente, con unas ramas muy espinosas de las que brotan sus frutas. Estas contienen un hueso, y dentro de este se encuentra una semilla. Solo de esta última se extrae aceite mediante un proceso largo y complicado: se necesitan 20 horas para obtener un litro de líquido.
NO SOLO PARA USO COSMÉTICO
Las virtudes más conocidas de este aceite son cosméticas y dermatológicas: es excelente para combatir la sequedad e irritaciones de la piel, por ser rico en vitamina E. Desde tiempos inmemoriales, las bereberes lo usan como base de sus mascarillas faciales y como revilatizante capilar, dos ideas que han sido replicada por grandes casas cosméticas occidentales.
Las virtudes más conocidas de este aceite son cosméticas y dermatológicas: es excelente para combatir la sequedad e irritaciones de la piel, por ser rico en vitamina E. Desde tiempos inmemoriales, las bereberes lo usan como base de sus mascarillas faciales y como revilatizante capilar, dos ideas que han sido replicada por grandes casas cosméticas occidentales.
Menos difundidos, al menos fuera de Marruecos, están los numerosos beneficios nutritivos y sanitarios del líquido del argán, que por cierto es uno de los aceites más caros del mundo: su precio en una fábrica productora no baja de los 20 euros el litro, que puede multiplicarse por 4 en una tienda “gourmet” europea.
El aceite de argán es extraordinario para reducir el nivel del colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL) en la sangre, y por consiguiente ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, así como mejorar el funcionamiento del hígado.
El nutricionista marroquí Nabil el Ayachi, explicó a EFEsalud que el aceite de argán también ayuda a reducir el riesgo de hipertensión e incluso previene contra algunos tipos de cáncer.
Asimismo, Ayachi subrayó que este aceite es recomendable para todo el mundo, salvo evidentemente las personas que padecen problemas gástricos, y precisó que lo ideal es tomarlo natural antes que cocinado, pues la exposición al calor le hace perder algunas de sus propiedades.
CRUDO O PARA FREÍR
El sabor de este aceite es más almendrado que afrutado, lo que lo diferencia del aceite de oliva, jugo que “compite” con el argán en su mismo territorio (Marruecos) y casi con las mismas virtudes.
El sabor de este aceite es más almendrado que afrutado, lo que lo diferencia del aceite de oliva, jugo que “compite” con el argán en su mismo territorio (Marruecos) y casi con las mismas virtudes.
De hecho, Ayachi considera que el argán tiene el “plus dermatológico”, pero en cuanto al control del colesterol, es tan saludable como el de oliva, con la diferencia de que es mucho más caro. Por eso, son muy pocos en Marruecos quienes lo usan con propósitos medicinales, y más bien su consumo obedece a hábitos gastronómicos: en el sur del país, se usa principalmente como alimento en la cocina de los bereberes.
Crudo con pan en el desayuno o para freír una tortilla, el argán se usa también como aceite de cocción de tajines (guisos) u otros platos típicos de la zona como el Berkukech (especie de cuscús pero con granos de sémola de trigo de gran tamaño que se sirve con el aceite como acompañante).
Fuente: Diario El Comercio